Hemos seleccionado las investigaciones más relevantes en las que han
participado científicos españoles durante este año: desde nuevos
minirriñones creados a partir de células madre hasta el descubrimiento
de agua en Marte, pasando por la secuenciación del ADN humano más
antiguo de la historia localizado en Atapuerca y la clonación de células
madre embrionarias.
Un año más los científicos españoles continúan a la vanguardia de
numerosas investigaciones a pesar de las dificultades ocasionadas por la
prolongada crisis económica y los problemas de financiación.
Uno de los mejores ejemplos ha sido la
secuenciación del genoma
mitocondrial casi completo de un resto humano, el Fémur XIII, hallado
en la Sima de los Huesos en Atapuerca (Burgos), datado en unos 400.000
años (Pleistoceno Medio). Hasta ahora solo se había recuperado ADN tan
antiguo en el suelo congelado o permafrost, aunque no era humano.
“Encontrar
un genoma mitocondrial prácticamente completo de un fósil humano de
hace más de 400.000 años es en sí mismo un éxito sin precedentes. Supone
un salto gigantesco”, señala el paleontólogo Juan Luis
Arsuaga, director científico del Museo de la Evolución Humana de Burgos y
coautor del estudio.
El 2013 fue también el año en el que se constató la existencia de
agua en Marte.
Las muestras de rocas extraídas por el robot Curiosity confirmaron que
alrededor de un 2% de la tierra de la superficie marciana se compone de
agua. Además se localizaron restos químicos que conforman un cóctel
perfecto para que Marte pudiera albergar vida aunque sea microbiana.
Todos
los trabajos sobre el planeta rojo están teniendo una gran
participación e implicación de científicos españoles del Centro de
Astrobiología de INTA CSIC, del Instituto de Geociencias (IGEO,
CSIC-UCM) y otras instituciones.
Sin dejar el espacio, otros
estudios han aportado importantes avances en la investigación de las
galaxias descubriendo por primera vez
iones de amonio,
punto de partida para la formación del amoníaco y de moléculas
prebióticas aminadas, y también encontraron las primeras evidencias de
que los
gases nobles se pueden combinar más allá de la atmósfera terrestre.
Un trabajo del CNIO fue seleccionado por Nature Medicine como el más importante del año en células madre
En febrero, tras más de cuatro años de observaciones, un equipo
internacional de investigadores con la participación del CSIC demostró
por primera vez que los protones procedentes de la Vía Láctea que llegan
a gran velocidad y energía a la Tierra se aceleran durante las explosiones de estrellas masivas agotadas: las supernovas.
Medicina regenerativa
En
cuanto a medicina regenerativa, el trabajo del equipo dirigido por
Manuel Serrano, director del programa de Oncología Molecular del CNIO,
fue seleccionado por la revista
Nature Medicine como el más importante del año en la categoría de células madre.
Este grupo español consiguió que células adultas de un organismo vivo
retrocedan en su desarrollo evolutivo hasta recuperar características
propias de células madre embrionarias. Los estudios se llevaron a cabo
en ratones.

Trabajando también con células madre, un equipo
internacional de científicos, con participación de expertos del Centro
de Medicina Regenerativa de Barcelona (CMRB), ha conseguido
crear minirriñones en cultivo utilizando estas células.
Este logro supone una revolución en el campo de la biomedicina, ya que
los tejidos renales obtenidos serán una valiosa herramienta para
investigar el desarrollo de este órgano, las enfermedades renales y para
probar fármacos en cultivo.
Otro de los logros internacionales del año, la producción por primera vez de células madre embrionarias humanas
a partir de células adultas de la piel, contó con la participación de
la investigadora española Nuria Martí Gutiérrez que actualmente trabaja
en la Universidad de Oregón (EE UU).
Por otro lado, en junio, investigadores del CNIO fueron capaces de describir los nueve indicadores moleculares claves del envejecimiento
en mamíferos gracias a una revisión exhaustiva de los resultados de
varias investigaciones. Unas conclusiones que servirán como “marco para
futuros trabajos” ya que se demuestra que combatiendo el envejecimiento
se lucha también contra el cáncer y las demás enfermedades de mayor
incidencia en el mundo.
Además, este año se ha dado un paso más
para
acabar con la tuberculosis, una enfermedad que mata a miles de
personas en todo el mundo. En noviembre se presentaron los primeros
resultados del ensayo clínico de la vacuna preventiva
contra esta enfermedad desarrollada por la Universidad de Zaragoza, en
colaboración con el Instituto Pasteur (Francia). Esta es la primera y
única vacuna basada en micobacterias de origen humano para combatir esta
dolencia, según los investigadores.
Un nuevo dinosaurio
El
2013 también fue el año en el que los investigadores españoles
mostraron al mundo importantes descubrimientos en el campo de la
paleontología. Científicos de la Fundación Dinópolis en Teruel
encontraron
restos fósiles de una nueva especie de dinosaurio acorazado, denominada
Europelta carbonensis. Este ejemplar es el más completo del grupo de los anquilosaurios localizado en el viejo continente hasta el momento.
Y
en el mes de marzo, en el yacimiento Coll de Nargó en Lleida, un área
con peculiares formaciones geológicas del Pirineo, expertos del
Instituto Catalán de Paleontología Miquel Crusafont identificaron
cuatro especies de huevos de dinosaurios.
Mapa del cerebro y grafeno
Por
otro lado, a pesar del contexto económico mundial, varios proyectos han
conseguido una ambiciosa financiación para los próximos años. El
gobierno de Obama otorgó más de 100 millones de dólares a la
Investigación del Cerebro a través del Avance de Neurotecnologías
Innovadoras (BRAIN, por sus siglas en inglés).Su objetivo es conseguir el
mapa del cerebro. El neurobiólogo español afincado en EE UU, Rafael Yuste, es uno de sus máximos responsables.

Por su parte, la UE ha escogido dos proyectos,
liderados en España por el CSIC, como Tecnologías Futuras y Emergentes:
la incorporación del
grafeno a la microelectrónica, la energía, la
aeronáutica y los biomateriales; y la mejora del conocimiento del
cerebro con modelos y simulaciones elaboradas mediante supercomputación.
Cada una de estas iniciativas contará con un presupuesto de unos 1.000
millones de euros para la próxima década.
Ciencia al servicio de la sociedad

Este fue
el año también en el que la tecnología se puso al servicio y beneficio
de la sociedad. Uno de los mejores ejemplos fue el diseño de
Negobot,
una ‘Lolita’ virtual capaz de hacerse pasar por una adolescente para localizar a los pederastas en los chats y las redes sociales.
Y en febrero, un satélite descubierto por investigadores españoles se asomó a la Tierra sin ningún riesgo de colisión. El asteroide se acercó
a una distancia de unos 28.000 km y a una velocidad de unos 7,8 km por
segundo. Los expertos del Observatorio Astronómico de Mallorca (OAM)
estimaron que esta roca tenía un diámetro de entre 50 y 80 metros y un
peso de 130.000 toneladas.
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